Tratamiento Antihipertensivo equipo 7
¿Que es la hipertensión Arterial?
La Hipertensión Arterial Sistémica (HAS) es un síndrome de etiología múltiple caracterizado por la elevación
persistente de las cifras de presión arterial a cifras ≥ 140/90 ml/Hg (NOM-030-SSA2-1999). Es producto
del incremento de la resistencia vascular periférica y se traduce en daño vascular sistémico.
El objetivo del control de la HTA debe ser la
reducción de la morbimortalidad a través de los
métodos menos agresivos para mantener cifras
menores de 140/90.
Las medidas no farmacológicas son aplicables a la
población general, como prevención primaria, y a
población hipertensa como parte inicial y fundamental
del tratamiento.
– Mantener un índice de masa corporal (IMC) < 27.
(IMC = peso en Kg / talla en al cuadrado).
– Limitar la ingesta de alcohol a < 30 ml/día en el
varón y < 15ml en la mujer.
– Moderar el consumo de sal en la dieta,
especialmente en ancianos y diabéticos. (5-6 gr de sal)
– Alto consumo de fruta y verduras frescas, de
alto contenido en potasio.
– Mantener ingesta adecuada de magnesio y
calcio.
– Control de la dislipidemia.
– Suprimir el tabaco.
– Control del estrés.
En cuanto al tratamiento farmacológico
Información Terapéutica del Sistema Nacional de Salud
Diuréticos: En ausencia de otra enfermedad
concomitante, y junto con los betabloqueantes son los
agentes de primera elección, siendo especialmente
útiles en la HTA volumen-dependiente con niveles
bajos de renina. En general son bien tolerados y su
efecto hipotensor se produce con dosis bajas, evitando
con ello la aparición de efectos secundarios.
Vasodilatadores directos: Son también fármacos
de segunda elección por sus efectos secundarios, y se
reservan para el fallo terapeútico con otros agentes. No son muy recomendados y en Mexico su uso se encuentra limitado
Antagonistas del calcio: Ampliamente usados,
con un buen perfil de eficacia/tolerancia, y que
pueden ser de primera elección en determinadas
situaciones como la coexistencia de cardiopatía
isquémica, hiperlipemias (por su ausencia de efectos
en el metabolismo lipídico), diabetes, entre otros padecimientos.
Inhibidores de la enzima de conversión de la
angiotensina (IECAs): Como el grupo anterior, son
fármacos bien tolerados y muy efectivos, y pueden ser
de primera elección en situaciones como HTA
vasculorrenal (descartada estenosis bilateral de
arterias renales, o unilateral sobre riñón único),
diabetes mellitus o disfunción ventricular izquierda
asociada.
Antagonistas de los receptores de la angiotensina II
(ARA II): Son al menos tan potente en el control de la hipertensión
arterial como el resto de fármacos antihipertensivos .
Estudios recientes confirman el efecto beneficioso como
protectores y reductores de nefropatía y proteinuria
especialmente en los enfermos con diabetes mellitus (al
igual que los IECAs) , así como su acción sobre la
disminución de morbimortalidad en pacientes con
insuficiencia cardiaca. Otra característica por
determinar con mayores estudios es el efecto
antiarrítmico que se ha atribuido a este grupo.
Inhibidores adrenérgicos:
Alfa/betabloqueantes. Por su combinación de
efectos alfa y beta producen una rápida disminución
de la TA, y pueden ser útiles en las crisis hipertensivas.
Betabloqueantes. Junto con los diuréticos, se
consideran fármacos de primera elección para el
tratamiento de la HTA. Algunos de ellos a dosis bajas
son más cardioselectivos; otros poseen mayor
actividad simpática intrínseca (ISA), por lo que
producen una menor disminución de la frecuencia
cardíaca con una mejor tolerancia al esfuerzo, que
puede ser útil en pacientes con una marcada actividad
física. Son especialmente útiles en pacientes con
cardiopatía isquémica.
Diagnóstico y Tratamiento de la Hipertensión Arterial en el Primer Nivel de Atención México: Instituto Mexicano del Seguro Social; 08/07/2014 Actualización total. http://www.cenetec.salud.gob.mx/interior/catalogoMaestroGPC.html
Equipo 7 Tratamiento antihipertensivo
Jorge Albero Jaime Pérez
Salma Flores Cuapio
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